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domingo, 20 de diciembre de 2015

LOS GRANDES POETAS DEL TANGO (I): EUGENIO CÁRDENAS

Eugenio Cárdenas pertenece a ese núcleo de notables poetas que en mucho han contribuido a la historia del tango y sin embargo no son valorados en su justa dimensión.
Se llamaba Acencio Eugenio Rodríguez y nació en Carmen de Areco, provincia de Buenos Aires, el 6 de septiembre de 1891, eligiendo para firmar sus obras su segundo nombre y su apellido materno.
A la edad de catorce años comenzó a escribir sus primeros versos, pero recién diez años después sus poesías fueron publicadas por vez primera.
En 1919, ya radicado en la ciudad de Buenos Aires, ejecutaba la guitarra en el centro tradicionalista "Gloria, patria y tradición", que se encontraba en la calle Brasil Nº 2370, bajo la dirección de Antonio Martín. Fue, incluso, profesor de dicho instrumento, actividad que lo ayudaba a ganarse el sustento por entonces y en 1920 comenzó a escribir de manera regular y de forma profesional.
En el citado centro gauchesco conoció a Guillermo Barbieri, con quien estrecharía fraterna amistad y quien lo vinculó a Carlos Gardel.
Fue uno de los poetas favoritos del máximo cantor, quien le grabó en discos 29 temas, amén de otros que interpretaba en sus actuaciones y no registró en la cera.
En 1924, a la edad de 32 años, residiendo en la calle Sarandí Nº 836, contrajo enlace con Genoveva Sánchez, con quien no tuvo hijos.
Al año siguiente, ya definitivamente consolidado como poeta, Gardel le grabó seis temas: el estilo "Salve patria" (con música de Guillermo Barbieri); los tangos "Por el llano" y "Ave cantora" (con Rafael Rossi); el tango "Soñando" (musicalizado por "Paquita" Bernardo); el tango "Trapito" (con los hermanos José y Luis Servidio) y el tango "Flor de cardo" (compuesto en colaboración con el guitarrista Miguel Correa).
El máximo cantor sentía un aprecio especial por Cárdenas y fue el principal intérprete de sus obras.
Incluso, Gardel y Razzano fueron coautores con él del tango "Ave sin rumbo". aunque no figurase en la partitura el nombre del poeta.


                            

Partitura del tango "Ave sin rumbo"


En el año 1926, Ignacio Corsini comenzó a grabar sus temas. Los dos primeros fueron los tangos "Lamento criollo" y "Si la ven por estos pagos", ambos con música de Rafael Rossi.
Éste y Guillermo Barbieri fueron sus principales colaboradores.
Con Rossi compuso los tangos "Ave cantora"; "Por el llano"; "La milonga"; "Lamento criollo"; "Si la ven por estos pagos"; "Perdonada"; el vals "Rosas de abril"; los tangos "Fiesta criolla"; "Al caer la tarde"; "Al pie de tu reja"; "Senda florida"; "En tu florido balcón"; "En la cruz del yugo"; la ranchera "Negrita, querés café?"
Con Barbieri dio a conocer el estilo "Salve, patria"; el shimmy "Qué lindo es el shimmy"; los tangos "Guaminí"; "Besos que matan"; "Tierra hermana"; "Barrio viejo"; "Lunático"; "¿Será posible?"; "Tiempos felices"; "Trovas galanas"; el vals "Alicia"; el fox-trot "Divina mujer"; la ranchera "La estancia de don Ramiro".
También compuso con otros guitarristas de Gardel:
Con José María Aguilar, los valses "Mala suerte" y "Del pasado".
Con Ángel Domingo Riverol, la ranchera "Mañanita de campo" y los tangos "Con la cruz a cuestas" y "Falsas promesas".
Con Domingo Julio Vivas, la ranchera "Estoy penando".
Con Enrique Maciel (guitarrista de Corsini), el vals "Ansias sublimes".
Asimismo, colaboró con otros grandes músicos de nuestro tango. Una lista resumida se podría formar con "Alma de mujer", vals (con Virgilio Carmona); "Soledad", vals (con Héctor Baldi); "Vieja milonga", tango y "Las margaritas", zamba (con Samuel Castriota); "Sueños", tango (con Ciriaco Ortiz); "Te fuiste hermano", tango (con Alberto Tavarozzi); "Allá en el sur", tango (con José Böhr); "Trapito", tango (con los hermanos José y Luis Servidio); "Meditando", tango (con Hugo L'Eveque); "El morito", tango (con Oscar Roma); "Una lágrima", tango (con Nicolás Verona); "Horas tristes", tango (con Vicente Spina); "Los arrieros", vals (con Agustín Magaldi y Pedro Noda); "El pibe", tango (con José Domingo Pécora); "Vida rea", tango (con Nicolás Vaccaro); "Tu mirada", tango (con José Rosito); "Sonrisas", shimmy (con Esteban González); "Obrerita", tango (con Adrián Russo); "Vida amarga", tango (con Pascual Mazzeo); entre muchas otras, puesto que su obra autoral supera las 500 composiciones.
Escribió letras para tres tangos instrumentales de Juan Maglio "Pacho": "Ando pato"; "Sábado inglés" y "Queja gaucha" y una más para el tango-milonga de José Luis Padula: "9 de julio".
Colaboró, entre otras, con las revistas "Fray Mocho"; "P. B. T."; "El alma argentina"; "El alma que canta" y "Clarinada".


                                                             


Eugenio Cárdenas


Eugenio Cárdenas falleció en Buenos Aires el 1 de enero de 1952 y sus últimos momentos los relató el poeta Leopoldo Díaz Vélez, quien había ido a verlo ese mismo día.
Esta narración fue recogida y publicada por el historiador Eduardo Visconti en la revista "Tango y lunfardo".
"Junto con Cáceres, un compañero de trabajo en la dirección administrativa del Correo Central, fuimos esa tarde alrededor de las 14 horas al Hospital de Clínicas con entrada por la calle Paraguay. Cáceres tenía amistad con Cárdenas desde hacía años por ser vecinos del barrio y como lo iba a visitar ese día y yo quería conocerlo, tuve allí la oportunidad.
Apenas llegamos a la sala del primer piso donde estaba internado Cárdenas y de haber sido presentados por Cáceres y compartido una breve conversación con él, fuimos interrumpidos por una monja. La religiosa volvía reiteradamente a invitar a Cárdenas para concurrir a una misa en la capilla del hospital en la planta baja.
Cárdenas vestía un traje claro y tenía el pelo canoso y cara de criollo. Aparentemente, parecía estar bien, pero su estado era muy delicado por un problema cardíaco. Aceptó a regañadientes la invitación y decidimos acompañarlo con Cáceres a la capilla. La actitud imperiosa y firme de la monja molestó profundamente a Cárdenas a tal punto que expresó algunas palabras despectivas y de subido tono contra ella porque lo obligaba a bajar las escaleras.
En el acto religioso, Cárdenas se mantuvo sereno y cumplió con las expectativas de la misa.
Al finalizar, regresamos al primer piso acompañándolo con todo cuidado porque el ascenso se hacía dificultoso por las escaleras. Al llegar a un recodo de la misma y frente a un amplio vitraux me llamó la atención que Cárdenas, agobiado por el calor reinante de aquel verano y mirando hacia afuera del ventanal, exclamara: ¡Qué obscuro está! 
El día era de luminoso sol.                     
Sus ojos comenzaban a perder la visión y su alma a escaparse de la vida.
Arriba, en la sala, ya lo esperaba su mujer sentada sobre una cama vacía. 
Esa misma tarde, Eugenio Cárdenas era sólo un recuerdo".
Eduardo Visconti: "Eugenio Cárdenas: un poeta olvidado"  Revista Tango y Lunfardo Nº 52, febrero 23 de 1990.                

                        Ave cantora; tango ("E. Cárdenas" - R. Rossi)
             Carlos Gardel - Guitarras: José Ricardo-Guillermo Barbieri
                                 Grabado el 11 de octubre de 1925
                                            Nacional 18149b/3275


                  




                                                                       

sábado, 5 de diciembre de 2015

OSVALDO FRESEDO Y LA ORQUESTA TÍPICA VÍCTOR - TERCERA PARTE

La orquesta de Osvaldo Fresedo era por entonces (1925) la más importante de la Casa Víctor. Su ida hacia la empresa de Max Glücksmann ocasionó que "el sello del perrito" debiera reestructurar su esquema para continuar liderando el mercado del tango compitiendo con "Discos Nacional".
Por esa razón, sus directivos optaron por constituir una agrupación seleccionando para integrarla a los mejores instrumentistas de los cuales disponía; excepción hecha, claro está, de aquellos que dirigían los otros conjuntos que formaban parte del plantel de la casa, por ejemplo: Julio De Caro.
A los efectos de lograr el objetivo propuesto fue contratado a guisa de director artístico un hombre de amplios conocimientos musicales: el pianista Adolfo Carabelli. 
Nacido en San Fernando, provincia de Buenos Aires, el 8 de septiembre de 1893, provenía de la música clásica y hasta entonces no había incursionado en el mundo del tango. Tras comenzar sus estudios con distinguidos maestros de la época, a los quince años de edad fue enviado a Italia, siendo admitido en el Liceo de Bologna, en donde perfeccionó sus conocimientos, convirtiéndose en un destacado músico. El comienzo de la Primera Guerra Mundial generó su regreso a la Argentina, su país natal. En 1917 tuvo la oportunidad de conocer al maestro ruso Raúl Lipoff, quien había arribado a Buenos Aires acompañando a la bailarina Anna Pávlova y éste lo introdujo en el universo del jazz. 
Era ya un músico de respetable trayectoria cuando la Casa Víctor lo contrató para llevar a cabo la tarea mencionada. Y una vez seleccionados los instrumentistas, los directivos de la empresa decidieron que la flamante agrupación llevara el nombre de la casa, como forma de reafirmar el origen y objetivo de ella.
Así nació la Orquesta Típica Víctor, creada con el único fin de grabar discos. Jamás actuó en público.
Su formación inicial fue la siguiente:
Violines: Agesilao Ferrazano - Manlio Francia - Eugenio Romano
Bandoneones: Luis Petrucelli - Nicolás Primiani - Ciriaco Ortiz
Piano: Vicente Gorrese
Contrabajo: Humberto Costanzo

                                                     
                   

     De izquierda a derecha:
     De pie: Humberto Costanzo - Eugenio Romano -
     Agesilao Ferrazano - Manlio Francia
    Sentados: Ciriaco Ortiz - Luis Petrucelli -
     Nicolás Primiani - Vicente Gorrese



Como se podrá observar, Francia y Costanzo, primer violinista y contrabajista, respectivamente, de la Orquesta Fresedo, con retención de estos puestos, mantuvieron sus lugares en la Casa Víctor, con lo que trabajaban en las dos agrupaciones y grababan para ambos sellos.
Francia, además, desde 1924 colaboraba con Julio De Caro integrando la orquesta de este último pero sólo para la impresión de discos.
Él mismo lo recordaba años más tarde con estas palabras:
"...A propósito de mi trabajo con Fresedo, ocurrió algo que traería consecuencias inesperadas. En una renovación de contrato, Fresedo quedó en desacuerdo y decidió retirarse de la empresa.
[...]
Pero una iniciativa de un hombre de la empresa hizo que se formara una agrupación sin director.
[...]
La misma se llamó Orquesta Típica Víctor, formación por la que pasaron todos los grandes músicos de tango y que dejó grandes beneficios para la empresa. Esto me permitió trabajar por un largo período en este sello grabador, simultáneamente a mis labores con De Caro."
Los dos primeros registros fonográficos del conjunto se llevaron a cabo el día 9 de noviembre de 1925 y correspondieron al tango de Ángel D'Agostino: "Olvido" (números de matriz BA-702-1 y BA-702-2, del que se editó la segunda toma) y al tango de Juan Baüer: "Sarandí" (números de matriz BA-703-1 y BA-703-2, del cual también se publicó la segunda); ambas caras del disco 79608.
Entre el 16 del mismo mes y el 15 de diciembre registraron ocho grabaciones más; con lo cual, al fin de la primera temporada, sumaron diez.
La Orquesta Típica Víctor sufrió innumerables modificaciones a través de sus casi diecinueve años de existencia, producto de las disponibilidades de instrumentistas que fue teniendo la empresa.
De hecho, a las pocas semanas de su constitución, en los albores de 1926, ya se había modificado su fila de violines, que quedó integrada con Elvino Vardaro, Manlio Francia, Nicolás Di Masi y Antonio Buglione. Esta formación, con la incorporación del fagotista Renato Zaffignani y conservando el mismo trío de bandoneonistas y al contrabajista, fue la que actuó durante el mencionado año, en el que dejaron impresos en la cera veintiséis registros fonográficos.
Durante los ocho años en que formó parte del conjunto, siempre en condición de primer violín, Vardaro elevó en mucho la riqueza instrumental de la orquesta.

                                                            

Elvino Vardaro


En estos primeros tiempos, si bien no aparece oficialmente desempeñando el cargo de director, el juicio de Luis Petrucelli era sumamente influyente sobre sus compañeros. Sin embargo, su permanencia en el conjunto se limitó a menos de un año, puesto que en septiembre de 1926 viajó a New York para formar parte de la orquesta de Francisco Canaro que se hallaba trabajando en el "Club Mirador" de esa ciudad.
Por supuesto, los músicos que integraban esta agrupación, no tenían dedicación exclusiva a la misma y poco a poco y a medida que desarrollaban sus respectivas carreras, fueron alejándose de la orquesta y, como quedó aclarado, iban siendo reemplazados por otros colegas que se encontraban disponibles.
Sirva como ejemplo: Manlio Francia continuó trabajando con Fresedo hasta octubre de 1928, en que "El pibe de La Paternal" se embarcó hacia París con su orquesta, permaneciendo Francia en Buenos Aires por decisión propia.
Nicolás Primiani, Ciriaco Ortiz y Humberto Costanzo se incorporaron en 1926 a la orquesta que dirigía Juan Carlos Bazán.
Avanzado 1928, el violinista Antonio Buglione comenzó a ejercer la función de estribillista. Hasta ese momento, las grabaciones de la orquesta habían sido, sin excepción, instrumentales.
El 8 de octubre de ese año, el conjunto registra con su voz el tango de Luis Roldán y Roberto Eggers: "Piba", en única toma (Víctor 80970a/BAVE-44320-1).
Antes de concluir dicha temporada, se sumaría en idéntica tarea, el cantor Roberto Díaz.
A través de los años, fueron incorporándose a la orquesta distinguidos músicos pertenecientes al sello.
Pueden contarse entre ellos: Cayetano Puglisi, Bernardo Germino, Eugenio Nóbile, Eduardo Armani; Alfredo De Franco, Nerón Ferrazano, Carlos Marcucci, Orlando Carabelli, Federico Scorticati, Pedro Láurenz; Aníbal Troilo.
Mucho más extensa es la nómina de estribillistas que pasaron por la orquesta: además de los nombrados Antonio Buglione y Roberto Díaz, también formaron parte Juan Carlos Delson; Ernesto Famá (que grababa bajo el seudónimo "Viola"); Jaime Moreno; Armando Sentous; Alberto Gómez y su compañero de canto en dúo Augusto "Tito" Vila (cabe aclarar que Gómez, en las grabaciones en las que cantaba solo, utilizaba el seudónimo "Nico"); Carlos Lafuente; Teófilo Ibáñez; Vicente Crisera; Samuel Aguayo; Francisco Fiorentino; Eugenio Viñas; "Príncipe Azul"; Dorita Davis; "Charlo"; Luis Díaz; Oscar Ugarte; Fernando Díaz; Hugo Gutiérrez; Héctor Palacios; Lita Morales; Mariano Balcarce; Yoshie Fujiwara; Ángel Vargas; Mario Corrales;  Raúl Lavalle; Gino Forsini; José Böhr; Alberto Carol; Ortega Del Cerro; "Lito Bayardo".  
Entre 1935 y 1943 el director fue Federico Scorticati, siendo sucedido por Mario Maurano, quien fue el último en cumplir tal función. 
El postrer registro se llevó a cabo el 9 de mayo de 1944, en el que la orquesta grabó el vals de Juventino Rosas: "Sobre las olas" cantado en dúo por Jaime Moreno y "Lito Bayardo" (Víctor 60-0451b/79678-1).
Si bien la empresa formó también otros conjuntos, la Orquesta Típica Víctor constituye sin duda alguna una parte fundamental de la historia del tango.


                             "Yira ... Yira ... "; tango (E. S. Discépolo)
                  Orquesta Típica Víctor - Estribillo por dúo Gómez-Vila
                                 Grabado el 4 de septiembre de 1930
                                      Víctor 47475a/BAVE-60400-2